Nadie es conocedor de nadie, todos guardamos secretos, secretos que nos empeñamos en conocer de los demás...secretos que de amargos duelen...son tantos que hasta son invisibles para nosotros mismos. Ellos hacen la vida, nuestra historia, nuestra alma...yo vivía sin alma porque no conocía ni los míos propios hasta el día en que los vi venir todos...este es mi secreto......
Mi secreto esta en otra categoría, es mi pequeño don...puedo descubrir los secretos de los que me rodean...mi secreto esta por encima de los otros, sus pequeños súbditos, desconozco cuantos secretos hay como el mío porque hasta ahora no me he encontrado con otra alma como la mía.
¿Como lo descubrí? alguna vez alguien ha observado la mirada de alguien que desea algo, que lo desea con tanta fuerza que sus pupilas empiezan a dilatarse sin control, que su vello se eriza, que empieza a emanar un aura blanca de ilusión y ansiedad de ser complacido.. Yo lo vi y empecé a practicar, yo sería la que complacería esos deseos...seria la descubridora de su secreto... ahí estaba mi don, descubriría su secreto.
Una situación, una ducha de gimnasio, de lo más vulgar, la típica ducha grande donde todos desde jóvenes hasta ancianas nos duchamos desnudando nuestro cuerpo marcado por nuestra historia, yo desnuda, el jabón me recorría purificándome de uno de los días mas estresantes de mi corta vida, absorta de mis pensamientos no vi que no estaba sola, otro cuerpo se remojaba bajo el mismo agua que yo, pero su mirada no estaba absorta en su pensamiento como la mía, estaba fija en mi, en mi despiste, en mi historia, miraba mas allá que un cuerpo desnudo y mojado, cuando me di cuenta no giré la mirada como pensé que debería hacer, aguante una mirada temblorosa pero fija de mi contrincante. Aquella mujer era de sobras conocida para mi, día tras día venia al gimnasio en busca de algo que no la dejaba vivir tranquila, para el resto de los que la rodeaba eran motivos estéticos ,yo sin embargo en ese instante descubrí su secreto, el simple hecho de ducharse después de machacar tu cuerpo durante horas en el gimnasio era lo que verdaderamente la evadía de su estrés, de sus problemas, de su historia personal...ella lo sabia, pero cada día no podía desengancharse...su rutina de ducha diaria y de quererse ella misma por la noche con el recuerdo de lo que había contemplado ese día la iba comiendo por dentro, era su secreto y yo lo rescataría, calmaría su sed...
Me acerque para buscar mi bote de jabón, un jabón de fresa suave y caliente, que en mi temperatura se hubiera fundido en un momento, y con mucho disimulo intencionado hice que la puntita de mi pezón erizado rozara su hombro, lo mas suave y caliente que pude...ella lo noto, yo lo note pero ninguna dijo nada. Empecé vaciar el jabón por mi cuerpo frotando mis pechos fuertemente, pellizcando los pezones, estaba mojadísima lo notaba pero no me lo creía por lo que me llene las manos de jabón todo lo que me cabía en la mano y me lance al centro de mi ardor, ahí estaba mi flor , mi volcán a punto de estallar mojadísimo y gordito pero frene en seco al ver que mi contrincante había empezado el mismo ritual y que había llegado a su volcán mucho antes que yo, estaría como el mío? mi deseo, mis ansias eran enormes, que podía hacer como llegarían mis dedos a tocar tal tesoro, me iba a morir si no lo hacia y mi don me decía que mi contrincante se iba a morir si no lo hacia yo. Vi su cara, su temblor, su aura...yo te calmare pensé, me acerque lentamente si retrocedía cambiaria de plan si se quedaba inmóvil como se quedo seguiré hasta que fundirme en su volcán, allí estaba inmóvil y mi mano se movió sola y empezó a rozar todo su cuerpo y mi boca a callar sus dudas. Mis dedos notaron dos pechos generosísimos y firmes, morenos ansiosos de mi boca, que por aquel momento mantenía una conversación con la suya, bajaron por su vientre y cayeron hacia el volcán, no estaba como el mío era mejor, con la otra mano apreté de golpe el botón de la ducha que estaba parado y empezaron a rociarnos miles de calientes gotitas, empezó la pasión, manos entrelazadas, movimientos rápidos de caderas, las dos queríamos complacernos ante tantos años de espera... Ella tomó la iniciativa y empezó a experimentar con mi ano...fue algo mágico, mientras el agua iba limpiándonos el alma...aquello era necesario no era malo, no era malo, no era malo, ella entendió que no era nada prohibido, era su secreto pero ya no la amargaba, dejo de ir al gimnasio y cambio su amor solitario por las noches por la caza de una mujer que había soñado durante años. Ya no tenia secreto, ya nada la carcomía por dentro...estaba tranquila...
Y yo tenía un secreto mas para mi historia
Mi secreto esta en otra categoría, es mi pequeño don...puedo descubrir los secretos de los que me rodean...mi secreto esta por encima de los otros, sus pequeños súbditos, desconozco cuantos secretos hay como el mío porque hasta ahora no me he encontrado con otra alma como la mía.
¿Como lo descubrí? alguna vez alguien ha observado la mirada de alguien que desea algo, que lo desea con tanta fuerza que sus pupilas empiezan a dilatarse sin control, que su vello se eriza, que empieza a emanar un aura blanca de ilusión y ansiedad de ser complacido.. Yo lo vi y empecé a practicar, yo sería la que complacería esos deseos...seria la descubridora de su secreto... ahí estaba mi don, descubriría su secreto.
Una situación, una ducha de gimnasio, de lo más vulgar, la típica ducha grande donde todos desde jóvenes hasta ancianas nos duchamos desnudando nuestro cuerpo marcado por nuestra historia, yo desnuda, el jabón me recorría purificándome de uno de los días mas estresantes de mi corta vida, absorta de mis pensamientos no vi que no estaba sola, otro cuerpo se remojaba bajo el mismo agua que yo, pero su mirada no estaba absorta en su pensamiento como la mía, estaba fija en mi, en mi despiste, en mi historia, miraba mas allá que un cuerpo desnudo y mojado, cuando me di cuenta no giré la mirada como pensé que debería hacer, aguante una mirada temblorosa pero fija de mi contrincante. Aquella mujer era de sobras conocida para mi, día tras día venia al gimnasio en busca de algo que no la dejaba vivir tranquila, para el resto de los que la rodeaba eran motivos estéticos ,yo sin embargo en ese instante descubrí su secreto, el simple hecho de ducharse después de machacar tu cuerpo durante horas en el gimnasio era lo que verdaderamente la evadía de su estrés, de sus problemas, de su historia personal...ella lo sabia, pero cada día no podía desengancharse...su rutina de ducha diaria y de quererse ella misma por la noche con el recuerdo de lo que había contemplado ese día la iba comiendo por dentro, era su secreto y yo lo rescataría, calmaría su sed...
Me acerque para buscar mi bote de jabón, un jabón de fresa suave y caliente, que en mi temperatura se hubiera fundido en un momento, y con mucho disimulo intencionado hice que la puntita de mi pezón erizado rozara su hombro, lo mas suave y caliente que pude...ella lo noto, yo lo note pero ninguna dijo nada. Empecé vaciar el jabón por mi cuerpo frotando mis pechos fuertemente, pellizcando los pezones, estaba mojadísima lo notaba pero no me lo creía por lo que me llene las manos de jabón todo lo que me cabía en la mano y me lance al centro de mi ardor, ahí estaba mi flor , mi volcán a punto de estallar mojadísimo y gordito pero frene en seco al ver que mi contrincante había empezado el mismo ritual y que había llegado a su volcán mucho antes que yo, estaría como el mío? mi deseo, mis ansias eran enormes, que podía hacer como llegarían mis dedos a tocar tal tesoro, me iba a morir si no lo hacia y mi don me decía que mi contrincante se iba a morir si no lo hacia yo. Vi su cara, su temblor, su aura...yo te calmare pensé, me acerque lentamente si retrocedía cambiaria de plan si se quedaba inmóvil como se quedo seguiré hasta que fundirme en su volcán, allí estaba inmóvil y mi mano se movió sola y empezó a rozar todo su cuerpo y mi boca a callar sus dudas. Mis dedos notaron dos pechos generosísimos y firmes, morenos ansiosos de mi boca, que por aquel momento mantenía una conversación con la suya, bajaron por su vientre y cayeron hacia el volcán, no estaba como el mío era mejor, con la otra mano apreté de golpe el botón de la ducha que estaba parado y empezaron a rociarnos miles de calientes gotitas, empezó la pasión, manos entrelazadas, movimientos rápidos de caderas, las dos queríamos complacernos ante tantos años de espera... Ella tomó la iniciativa y empezó a experimentar con mi ano...fue algo mágico, mientras el agua iba limpiándonos el alma...aquello era necesario no era malo, no era malo, no era malo, ella entendió que no era nada prohibido, era su secreto pero ya no la amargaba, dejo de ir al gimnasio y cambio su amor solitario por las noches por la caza de una mujer que había soñado durante años. Ya no tenia secreto, ya nada la carcomía por dentro...estaba tranquila...
Y yo tenía un secreto mas para mi historia
