Reflexión

Te pasas los días organizándote la vida sin darte cuenta, tu futuro, proyectos…todo son planes…No te paras a disfrutar del momento porque tienes que tener las próximas horas perfectamente estructuradas en lo que crees absurdamente perfecto, idóneo. Buscas una pareja para que si en algún momento de toda esa organización pierdes el norte tener a alguien a tu lado que con una palmadita te de el apoyo suficiente para seguir ese control que tan celosamente llevas de tu vida desde el primer día que abriste los ojos al mundo.
Todo tiene que seguir el patrón de la normalidad y para ello te casas, buscas un trabajo y creas descendencia a la que enseñar todo ese ritual de orden y perfección que parece hacer girar el mundo.

Y de repente tu estructurado ritual de cada día se ve invadido…

Marcos se levanta cada día a las 6 de la mañana, así el recorrido perro-desayuno-caravana-trabajo se hace mucho más ameno. Como no, los movimientos que sigue inconscientemente cada día son los mismos. Pasea por las mismas calles, desayuna lo mismo, se desespera por el tráfico cada mañana y odia su trabajo igual que el primer día.

LUNES: Ese día hacia mucho frío así que iba fundido en su abrigo durante su paseo diario. Al cruzar una esquina cuando ya le faltaban muy poquitos metros para llegar a su casa se chocó con una joven. Casi se dan un cabezazo! La joven iba hacia la universidad o al menos le pareció ver la carpeta que tan orgullosas lucen entre los brazos todos los universitarios. Apenas se fijo pero los ojos verdes le impactaron desde un primer momento pero no le dio más importancia. Los metros se reducían y su mente estaba ya preparada en el desayuno. Siempre en planes futuros nunca presentes.

MARTES: Tiene que venir el recibo de la luz y el teléfono…hay que comprar comida casi no queda…¡¡Pum!! Despertó de su letargo. Al cruzar la esquina ¡volvió a ver a la misma joven! Esto ya era casualidad, y esta vez se fijo más: rubia con el pelo liso y largo, ojos enormes y verdes y enfrascada en una chaqueta blanca hasta las rodillas. ¿Que casualidad verla otra vez?

MIERCOLES: ¿La volvería a ver? Por primera vez algo se desmoronaba en su control. No deseaba verla pero le hacia gracia así que se despertó antes para esperarla en la esquina, y a la misma hora que cada día apareció su ángel, con la misma velocidad de costumbre pero esta vez él permanecería quieto para contemplarla mejor. El paso de la joven fue absorbido por Marcos, ese momento lo iba a revivir durante todo el día. Ya en el trabajo no pudo evitar pensar en ella, hoy iba preciosa…pelo suelto, liso completamente cosa que lo hacia parecer aun mas largo, descansaba en su espalda. La chaquetita blanca no dejaba ver lo que llevaba dentro pero a él no le importaba porque hoy la vestiría como le gustase. Le puso en su mente una falda de cuadros escoceses a la altura de las rodillas y un jersey de lana gordito de color blanco a juego con su ropa interior. Unas braguitas blancas inmaculadas que escondían un tesoro virgen que ni el se atrevería a tocar, era algo supremo. Notó que de tanto pensar su polla se había hecho enorme, se rozó un poco con la mano para bajarse y subirse el capullo un par de veces, respiró profundo y paró. Aquel no era momento, estaba en el trabajo.

JUEVES: Apenas había dormido solo de pensar que la vería seguro ya que su ritual era muy fácil de adivinar, ella iba hacia el autobús. Hoy su mundo se desquebrajaba, ya no hacia planes para el resto del día, su día era la mañana y el verla a ella. Ya no veía a su esposa como la acompañante perfecta que le volviera a la realidad si perdía el rumbo, el había elegido el rumbo y no quería que lo devolviesen a la realidad. Ni sus hijos le harían volver, estaba volviéndose loco… Y pasó ella, y el mundo se volvió a detener, las miradas se cruzaron pero hubo por primera vez algo nuevo, su sonrisa…graso error por parte de ella. Hoy en el trabajo no se pudo retener, hoy la vistió con un vestido de seda negro y se fue al lavabo a desvestirla. Se encerró en el lavabo y empezó su embestida bestial, arriba abajo, arriba abajo, cada vez mas rápido, y no tardo en correrse, en ese éxtasis probó un poquito de su líquido, y pensó como seria que ella lo probase…

VIERNES: Último día lectivo de la semana por lo tanto el fin de semana no la vería, hoy tenía que dar un paso más. Volvió a pasar por su lado y esta vez hizo algo que no sabia que consecuencias tendría, la cogió del brazo y se la acerco. Era menuda, apenas hizo esfuerzo por atraerla hacia el …y se encontró con algo inesperado, otra vez esa sonrisa pero esta vez picara. Se miraron durante un momento y el le empezó a decir todo lo que tenia ensayado; “cada día pasas por aquí y no se como te llamas…”. Ella le interrumpió el discurso que se le venia encima, se acercó y le besó…de la manera mas tierna que le habían besado nunca.
Se apartó poco a poco y le dijo algo que no olvidaría: “ ¿Eres feliz? ¿ Haces lo que quieres cada día? Persigue lo que deseas, solo entonces serás un hombre completo.”

Abrió los ojos y miró a su alrededor, la luz entraba por la ventana hasta cegarle. ¡Estaba en la cama! ¡¡Se había dormido!! Había perdido un día…pero el sueño…era tan real, aun notaba el gloss de sus labios, no podía ser un sueño..Y esas palabras que tan profundo le habían llegado…no era feliz, no estaba completo.

Te pasas los días organizándote la vida sin darte cuenta, tu futuro, proyectos…todo son planes…No te paras a disfrutar del momento porque tienes que tener las próximas horas perfectamente estructuradas en lo que crees absurdamente perfecto, idóneo. Buscas una pareja para que si en algún momento de toda esa organización pierdes el norte tener a alguien a tu lado que con una palmadita te de el apoyo suficiente para seguir ese control que tan celosamente llevas de tu vida desde el primer día que abriste los ojos al mundo.
Todo tiene que seguir el patrón de la normalidad y para ello te casas, buscas un trabajo y creas descendencia a la que enseñar todo ese ritual de orden y perfección que parece hacer girar el mundo.

Y de repente tu estructurado ritual de cada día se ve invadido…

“La mejor forma de librarse de la tentación es caer en ella…”